He estado pensando mucho sobre el amor, mi gran adicción a la fotografía y la forma en cómo contar historias de personas que me confían sus más íntimos momentos, no es fácil, requiere entregar el corazón junto con ellos, es casarte con ellos. Septiembre me ha dejado sorprendida, he visto formas de belleza en distintas dimensiones y esta es una de ellas, la boda de Maria Luisa & Max en San Miguel sin duda será una historia que quedará en mi memoria por años. Ellos son amor y septiembre siempre les quedará para ellos. San Miguel siempre les recordará esa promesa eterna y yo me siento feliz de contarles cómo fue aquel 2 de septiembre.
I’ve been thinking a lot about love, my great addiction to photography and the way how telling stories of people who trust on me and share their most intimate moments, is not easy, requires to give the heart with them, is like marrying with them. September has left me surprised, I’ve seen forms of beauty in different dimensions and this is one of them, the wedding of Maria Luisa & Max in San Miguel de Allende will stay in my memory for years. San Miguel will always remind them that eternal promise they did and I am happy to tell you how was that September 2nd for them.
